España es el país con mayor densidad de bares: 1 por cada 175 habitantes (260.000 en total). Sin embargo, todos vemos muchos locales de restauración en nuestra localidad que cierran continuamente, ya se conviertan en otro local de hostelería, ya se acojan a otro tipo de actividad. ¿A qué es debido? Obviando las jubilaciones y los traslados por ampliación, este tipo de establecimientos cierran por dos razones principales:
- Falta de (buena) planificación económico-financiera
- Significa que los números no cuadran. Hay tres posibilidades principales:
- No queda dinero en caja para realizar las inversiones pendientes
- Los costes fijos, como el alquiler, ahogan el negocio por ser demasiado altos
- El margen comercial resultante de la venta del producto es insuficiente para cubrir los costes fijos -o incluso los costes variables-
- Falta de un (buen) plan de marketing
- Significa que la propuesta de las famosas 4P (Producto, Precio, Punto de Venta y Promoción), formulada consciente o inconscientemente, no ha funcionado. Ejemplos:
- El tipo de local no es adecuado para el barrio donde está ubicado
- No se dedican recursos para dar a conocer el negocio o se dedican dirigios al público erróneo
- No existe o no se comunica bien la diferenciación
- El tamaño del público objetivo o target de clientes es insuficiente
En realidad, cuando un local de restauración va mal, probablemente es por una suma de los 2 factores, ya que están íntimamente relacionados.
¿Qué se puede hacer para evitarlo? Antes de lanzarse a la piscina hay que:
- Realizar un estudio de mercado previo
- Ejemplos:
- Realizar encuestas a vecinos de la zona
- Acceder a estudios realizados sobre datos demográficos del distrito
- Realizar un benchmarking de la competencia directa
- Investigar sobre el acceso a los canales de distribución de los proveedores
- Realizar un test de mercado
- Ejemplos:
- Cata de productos
- Showroom
- Fake landing page
- Introducir un producto en el restaurante de un amigo/conocido
- Completar y creerse un plan económico-financiero
- Hacer una cálculo de los gastos y una previsión de las ventas mensuales
- Listar las inversiones necesarias (dejando un espacio para imprevistos) y la fuente para financiarlas
- Conocer el margen comercial de cada producto
